viernes, 30 de mayo de 2008

¿Qué les pasa a los Hombres?

Y no me lo pregunto por uno específicamente…porque así se las den de bohemios o gomelos, filósofos, poetas, descomplicados, guarros o tiernos, todos a la larga se comportan de manera muy similar. Y es que ahora todo se lo achacan a la liberación femenina. Pero es que acaso sometimos a los hombres, y los convertimos en unos inútiles con una parte útil? ¿Qué les pasa? ¿Qué pasó con el hombre autosuficiente, seguro, valiente, protector y arriesgado, con el galán de las películas de antaño?…y no me refiero únicamente a que sean románticos o no, sino a que demuestren carácter e inteligencia.

Últimamente, tanto en los medios de entretenimiento (cine y t.v) como en la vida real, nos encontramos frente al modelo de hombre perezoso, desubicado, tonto, inseguro, escondido en las faldas de su mamá o en la comodidad y desorden de la solteria o el desempleo. Basta con fijarnos en el modelo de película romántica actual, en donde la mujer exitosa o superpoderosa es quien rescata a un hombre de su miserable existencia. Claros ejemplos son las diferentes comedias románticas protagonizadas por Hugh Grant, Owen Wilson, Matthew McConaughey, Adam Sandler, Vince Vaugh, etcétera, etcétera, y en los ya clásicos programas de televisión como Los Simpsons y Family guy, nombrando los más notorios.

Pero esto también hace que me pregunte ¿Qué pasa con las mujeres? ¿Por qué se esta volviendo común este modelo de “hombre”? ¿Será que cada día exigimos menos por el cuento ese de que a cada hombre le corresponden siete mujeres y, apenas logramos establecer una relación, nos aferramos sin mayores expectativas?, o porque, de alguna manera, la historia no nos ha cambiado tanto y nuestra existencia no tiene sentido si no interpretamos el papel de madres, y terminamos adoptando al niño consentido y caprichoso que ni la mamá se lo aguanta. ¿?

Antes el hombre idealizaba a la mujer para así conquistarla y entre más inalcanzable, más deseable era; y la mujer que era conciente desde un principio de los defectos de su “conquistador”, finalmente terminaba por aceptarlos, quererlos y en algunos casos enfermizos, idealizarlos. Pero ahora creo que los hombres poco de conquistadores tienen y más bien están echados rascándose las bolas esperando a que llegue alguna mujer que les recoja el desorden que tienen en su casa y en su cabeza y del cual son concientes pero les da pereza arreglar. Y nosotras nos hemos encargado de ahorrarles el trabajo de la galantería al mostrar nuestro desespero por tener un pene al lado y “darlo” con total facilidad sin necesidad de cenas, cine y chocolates. Sin embargo y a pesar de la “liberacion femenina”, terminamos igual o peor que hace unos años ya que ahora no sólo seguimos realizando las tareas comunes de la casa, sino que también nos encargamos de de trabajar 10 horas diarias, cuidar a los hijos y al señorito, lidiar con sus crisis y lucir bonitas, y a cambio ni las gracias, ni un buen polvo…No hay derecho!!! Todo por tener el gusto de ver en acción a la parte menos inútil del hombre moderno y lograr nuestro “objeto” como mujeres. Para que al final, el sujeto -luego de todo el tiempo y empeño invertido para sacarlo de sus crisis-, se llene de ego, se crea el rey del mundo y salga a mostrar a otras postoras las maravillas de su único miembro trabajador (y eso no quiere decir que trabaje siempre…pero bueno eso ya es otro tema) y el buen trabajo que hizo con ellos su anterior pareja.

En fin…sólo espero que tanto hombres como mujeres nos relacionemos por respeto, admiración, empatía, conveniencia y amor, y no por necesidad o apariencia. Las mujeres -por lo menos yo y la mayoría de las que conozco- seguimos esperando de un hombre que sea nuestro compañero, alguien que comparta, que sea capaz de entregar y de recibir de la misma manera, con quien nos dividamos o nos multipliquemos los placeres pero también las responsabilidades.

Por la reivindicación de los Hombres y de las Mujeres, y de los galanes de cine y televisión, he dicho.

Pd: Esto es una mirada general de la situación, la autora no describe con esto ningún episodio de su vida sentimental. Son solo “observaciones”, jejeje. Espero el contraataque…ojalá.

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